Día Mundial de la Tierra: 22 de abril

Desde la más temprana edad, es una necesidad que los niños sean concienciados sobre la importancia de conservar el lugar y el planeta donde vivimos. Que la buena salud de la Tierra depende mucho de nuestras actitudes frente al medio ambiente. Es necesario que los niños adquieran hábitos positivos en lo que se refiere también a la naturaleza, como por ejemplo:

– Evitar la contaminación de los campos, de los ríos, montañas, etc. Animarles a no echar ni dejar desechos y basuras por el suelo, etc.

– Utilizar el agua con responsabilidad. Animarles a no malgastar el yogur, por ejemplo, en un juguete, etc.

 – Montar un huerto, sembrar la tierra, irrigarla, cuidarla, para que los niños se den cuenta de que si cuidamos de la tierra, ella nos dará frutos.

– Visitar una granja para que estén en contacto con animales.

– Ver documentales en la televisión o en el cine, sobre la vida en los mares, en diferentes lugares del planeta, y aprovechar para charlar sobre cómo ayudar para proteger el medio ambiente.

Es imprescindible que los niños aprendan, de una forma natural y divertida, el valor que tiene el agua, la tierra, el aire, y lo importante que es para el planeta que no les contaminemos ni ensuciemos. Los padres y los profesores ejercen un importante papel en este sentido.